[otro croquis]

Personalmente, la escalada en Riglos me parece bastante mono temática, y a título personal, no merece un viaje para ir exclusivamente a subirse por sus riscos. Pero debido a su ubicación, suele ser una parada bastante frecuente, ya sea antes o después de un viaje hacia tierras más septentrionales. A pesar de esto, el lugar es mágico, y sus mallos captan la atracción del observador sea cual sea su naturaleza.

La visera es el mallo más espectacular, debido sobretodo al último tercio de la pared, un desplome plagado de líneas blancas que identifican los distintos itinerarios. En esta ocasión, me deje guiar y me metí en la vía sin saber muy bien que me iba a encontrar y la verdad es que me lleve una muy muy grata sorpresa. Yo había hecho ya las grandes clásicas de esta pared, Zulu, Directa, Fiesta.. y no pensaba encontrar algo tan bueno y sobretodo que me sorprendiera tanto. A mi gusto y hasta el momento, la más bonita y espectacular de todas las vías que he hecho en este mallo.

La vía discurre en su inicio a la derecha de la Guirles Campos, con cierta alegría entre seguros durante los primeros largos, aunque son también los más fáciles. Poco a poco vamos ascendiendo hasta ganar un gran nicho, una gran buitrera que queda justo bajo el gran techo que hay en el L4. A partir de aquí, empieza el bacalao y la parte más espectacular de la vía. El L4 es un largo corto y  a bloque pero muy aéreo.. guapísimo! El resto de los largos discurren justo por el desplomado filo izquierdo de la gran visera. Un escalada atlética sobre canto agradecido, sobretodo en L6 y L7. En el L8 los cantos se hacen cada vez más pequeños hasta llegar a la sección más dura, un bombé de ñapas en el que hay que apretar bien el culete, sobretodo cuando el sol te esta pegando..

En resumen, una vía muy muy recomendable!!!