Ya estamos de vuelta por el Galayar!! Esta vez hemos venido con la intención de subir a la Peña del Aguila y probar alguna de sus joyas.  No se cómo, pero he conseguido liar a Alfonso, bloquero de corazón, para subir hasta aqui e iniciarse en esto de la clásica. La dificultad de sus vías esta muy por debajo de sus capacidades, pero esto es en definitiva otro deporte y aqui el estado de forma es sólo una peña parte de las habilidades necesarias para asegurar el éxito.

En un principio habíamos decidido dormir en el coche pero en el último momento nos decidimos por subir con todo y pasar allí un par de noches. Asi que con los petates llenos hasta arriba de agua, comida y demás material nos dispusimos a subir, esperando cautos a que bajará el sol para poder disfrutar del pateo y no morir en el intento (33ºc!!)

A las 8 éstabamos ya  al pie de la canal y con el hermoso muro justo encima de nosotros. Es un muro increible, vertical y con líneas claramente definidas por sus bonitas fisuras. Picoteamos algo y nos dispusimos a subir. Yo la verdad es que no me acordaba de los 2 largos de III que hay que escalar hasta llegar al vivac y pronto nos vimos en una situación algo complicada con los petates hasta arriba y con Valde, mi perra de 11kg que también quería subir. La entrada más sencilla de la canal es por la derecha, no suponiendo mucha dificultad, pero cuando llevas 30kg a la espalda la cosa cambia.. y más si llevas un perro bajo el brazo. Al final, y para hacer las cosas bien, tardamos unas 2h en subir hasta arriba, ya que hubo que subir todo primero, y luego bajar con un petate vacío  para poder subir a la perra dentro.

Teníamos sólo un par de días asi que la idea era escalar una vía cada día y al bajar probar en libre primeros largos del Navegante y de la Luna, aunque esto se nos complicó, ya que por la tarde entro mal tiempo los dos días y poco pudimos hacer.

Para comenzar decidimos hacer la Sulair, una vía magnifica, con un primer largo precioso, que después de sortear un techito, hara las delicias de cualquiera al que le guste una buena dosis de empotres de mano fina.  La vía deja una sorpresita para el final, un OW de 6b, que da más miedo que otra cosa debido a la repisa que tiene justo debajo. Una vía  muy recomendable!

Volvimos al vivac para esperar a que cayera un poco el sol, esperando escalar a última hora y en medio de la siesta empezaron los truenos y la lluvia. Con las ganas que teníamos de redondear el día, nos ibamos a quedar con la miel en los labios! Pero  no, al final y con poca luz me metí a vista en el L1 del «Sueño del Navegante». Una vía muy guapa, protegida en su parte inicial por 3 chapas (reequipadas recientemente) y que luego remonta una fisura en la que no sabemos muy bien como colocarnos, al menos yo! Hay que pisar fino e ir con tiento, pero lo cierto es que la vía se acaba protegiendo muy bien.. aunque por estos lares no hay nada fácil!

El segundo día decidimos hacer la gran clásica de la pared, Lynrd Skynyrd, rebautizada con su primera liberación como la Tiempos de cambio. Una vía increible, que surca toda la pared por una continua y marcada fisura, interrumpida únicamente por una breve travesía, siendo esta la parte mas dura de la vía.

Después de esto, vuelta al vivac, tocaba reponer fuerzas y empezar a ordenar todo para comenzar el descenso. Lo cierto es que yo me habría quedado allí mucho más tiempo.. pero mejor 2 días que nada!!